Los días lluviosos y fríos
tienen una especie de letargia,
algo que inconscientemente contagia
una historia de café lejos de casa,
una conversación con la mujer amada,
un poco de música y de magia
y un desborde incontrolado de nostalgia
que te convierten en un espectador tranquilo.
Las calles mojadas y su soledad manifiesta
te hacen tener sed de acompañarlas
con un paso silencioso, casi dormido,
y una mirada escrutadora, alerta,
buscando detalles que en un sueño te sumen,
y mientras tus zapatos suenan como cuentagotas
pensás que te gustaría también verla a ella,
escuchar su voz y embriagarte de su perfume...
Tu ritual de caminata, de sueño y de nostalgia
te lleva hacia una de tantas calles que destella;
y vos, en el fondo, no sabés de qué se trata,
ni tienen ya sentido la hora ni la distancia...
Sólo sabés que existen las baldosas flojas,
la tarde helada y la lluvia que te moja,
y que si hay algo que le falta a tu distraída caminata,
ése algo es un alguien... Y ése alguien NO es Ella.
Es la Otra.
De "Something More"
En los Idus de Agosto de 1996
Quando la clepsidra marca la Hora Prima
Rolando Bourdette
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